‘No te Preocupes Cariño’, una historia que ya vimos demasiadas veces

Por momentos, parece ser que la nueva película de Olivia Wilde puede lograr escapar de los clichés temáticos y narrativos en los que ha envuelto sin sutileza a No te Preocupes Cariño, su segundo trabajo como directora y en el que también interpreta un rol secundario. A pesar de sus esfuerzos, sin embargo, el filme falla en entregar algo sustancioso y original. Cualesquiera hayan sido las intenciones de Wilde y la guionista Katie Silberman, terminan ocultas en los escombros de lo que parece ser un cansino y exasperante episodio de Black Mirror: en ocasiones entretenido, pero sin nada revelador que expresar.

La excelsa fotografía del siempre magnífico Matthew Libatique nos sitúa en una localidad industrial llamada Victoria, ambientada en los años 50. Es aquí donde Alice (Florence Pugh) vive como ama de casa con su esposo Jack (Harry Styles). Ambos llevan una vida aparentemente perfecta, hasta que Alice comienza a sospechar que la comunidad liderada por el fundador de Victoria, Jack (Chris Pine), está escondiendo algo siniestro a todos sus habitantes.

Nos encontramos una vez más ante la ya conocida narrativa de «la mujer paranoica que es desacreditada por sus pares», cuya evolución pudimos observar desde Rosemary’s Baby (1968) hasta Watcher (2022). Pero en donde estas dos películas ofrecían algo innovador en cualquiera de sus elementos – en especial con una fuerte intención feminista – No te Preocupes Cariño se limita a servirse de esta narrativa sin aportar una visión o una intención distinta, dando la impresión de que simplemente disfruta explotar las inseguridades y problemas sicológicos de una mujer, incluso cuando queda explícitamente claro que tiene razón y las personas a su alrededor lo saben.

Florence Pugh es el único miembro del elenco digno de mencionar, pues el resto de los actores interpretan personajes casi sin dimensiones que solo sirven como convenientes obstáculos (o atajos) para la trama. Su actuación es algo similar a lo que estamos acostumbrados, pero sabe cómo adueñarse de la personalidad de Alice de manera inherente.

Si bien no hay nada de malo en reciclar narrativas que ya hemos visto innumerables veces, en especial con el objetivo de entretener, lo que esta película logra en escasas excepciones, la cruel realidad es que No te preocupes cariño no solo no es una adición recatada de la narrativa, sino que fracasa en valerse por sí misma y a pesar de dar múltiples discursos sobre la «vida perfecta», la cinta está muy lejos de serla.

Acerca de Maximiliano Sanguina 206 Articles
Cineasta y crítico de cine. Me gusta el cine alternativo.

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