
Cobertura del Festival de Cine de Sundance 2022.
Una de mis películas favoritas del 2020 fue el íntimo y gentil drama Never Rarely Sometimes Always, acerca de una adolescente que viaja sola desde un Estado norteamericano hasta otro para poder hacerse un aborto de forma legal. Happening (L’événement) es todo, menos gentil. Es un drama potente, cargado de enojo y rabia, no solo por las emociones de su protagonista, sino por la forma en la que la directora Audrey Diwan encara el sufrimiento silencioso de Anne. Ella es una joven que tiene un futuro brillante, pero todo parece derrumbarse cuando queda embarazada. El problema es mucho mayor ya que es Francia en los años sesenta, y el aborto es lo peor bajo los ojos patriarcales de la ley.
Anamaria Vartolomei es una actriz relativamente nueva, pero lleva adelante una película con una carga emocional poderosa. Como la joven Anne, estudiosa y con un futuro prometedor, ella debe mantener la compostura y la fachada frente a sus amigas y sus padres, mientras busca la forma de acceder a un aborto. No hay duda en los ojos de Anne, pero el camino se le hace cada vez más complicado, ya que los doctores la rechazan sin mucho preámbulo cuando toca el tema, y la sociedad misma se cierra ante la sola mención de un embarazo que pueda terminar a voluntad. A medida que pasan las semanas, Anne va perdiéndose en la impotencia de no poder tomar una decisión con respecto a su cuerpo, y Vartolomei deja entrever un hartazgo incapacitante. Su interpretación es un verdadero tour de force y es imposible no acompañarla de cerca en la montaña rusa de emociones que la embarga.
La directora empieza con un relato sutil, pero va transformando el mismo en un documento severo de lo que muchas mujeres atravesaron (y siguen atravesando) en lugares donde se le niegan sus derechos fundamentales como ser humano. Happening es casi un panfleto, pero no le hace eso menos válido porque la crudeza del viaje de Anne es realista y sensible. Al avanzar la historia, Diwan va encarándola de forma más personal, resaltando el dolor y la confusión de Anne, y ayudando a su actriz principal a descarnarse por un papel que realmente parece requerir mucho emocionalmente de ella. Sin embargo, la película no flaquea, sino que se hace más visceral, y llega a una sola conclusión incuestionable.

El guion, firmado por Diwai y Marcia Romano (basado en la novela de Annie Ernaux), presenta la hipocresía social también desde otras perspectivas. Tal es el caso de las amigas cercanas de Anne, quienes al principio se muestran unidas, pero que rechazan rápidamente cualquier lazo cuando la joven revela su intención de terminar con el embarazo. Una de esas amigas, en una escena posterior, le revela que lleva una vida sexual activa como pedido de disculpas ante su indiferencia. La ironía de la confesión eleva de forma indirecta el grito ahogado de rabia de la película, que muestra cómo un estilo de vida no aceptado por ignorancia puede generar culpa y miedo cuando no tiene por qué.
A través del relato central de Anne, y el de otras subtramas relacionadas, Happening expresa su descontento con la situación machista de la sociedad, y lo hace también con escenas de construcción atemporal, dando a entender que se trata de algo que sigue perpetuado. Desde los padres que depositan sus frustraciones en los hijos sin conocerlos realmente, hasta los profesionales médicos (todos hombres) que apenas conectan a un nivel emocional con las pacientes mujeres que padecen algo sobre lo que ellos no desean aprender más. Alguna que otra figura masculina se muestra empática, pero no se extralimitan más allá de lo que les conviene. Finalmente, es la odisea de Anne lo más importante, y cómo se ve obligada a luchar sola, determinada a tomar las riendas de su vida, enfrentándose a la vergüenza y el escarnio por tomar una decisión buena para ella misma.
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