
Lo primero que hice al terminar de ver el documental Disclosure fue leer un par de críticas que ofrecen una opinión contraria a mi primera impresión, algo que suelo hacer en algunas ocasiones, cuando las especificidades del tema central se me escapan del área de conocimiento. En este caso en particular, me centré en leer dos reviews de escritores transgénero, ya que el nuevo documental de Netflix reúne a varias celebridades, artistas, y especialistas de la comunidad trans en EE.UU. y examina la historia de la representación trans en el cine y la televisión. El concepto base es sumamente interesante, y amerita toda una serie documental, ya que, según pude interpretar, las especificidades del tema se le escapan al mismo documental dirigido por Sam Feder.
Sin embargo, hay un argumento constante en el documental que me resulta fascinante y creo que también habla de la riqueza del debate sobre cine y arte en general, y se da cuando varias de las entrevistadas comentan sobre obras cinematográficas y de televisión que adoran, pero que aceptan que pueden ser problemáticas o que tienen aspectos que no son del todo correctos. Eso es algo con lo que me puedo sentir bastante identificado en ocasiones al escribir sobre alguna película que me conquista, y entiendo perfectamente que este documental pueda ser incompleto o insatisfactorio para ciertos grupos que ya vienen discutiendo estos mismos temas desde hace muchísimo tiempo.
Pero yo no me encuentro en dichos grupos, muy a mi pesar, ya que eso solo habla acerca de mi ignorancia en ciertos temas y mi retraso en lo que respecta a la historia del cine. Ciertamente no se puede conocer todo, pero algunos aspectos de la historia deberían ser materia básica. En este caso en específico, hablamos de la representación de las personas transgénero en la historia del cine, algo sobre lo cual hay mucho para hablar, pero que apenas empezó a ser tema popular en los últimos diez años gracias a series como Orange is the New Black, con la presencia de Laverne Cox, entre otros rostros nuevos que están ayudando a que la industria se abra a más inclusión.
La exquisita pieza escrita por Caden Mark Gardner interpela al documental agregando todos los detalles de la historia trans en el cine y la televisión que la obra no menciona, y es la razón principal por la cual creo que hubiese funcionado mucho mejor como una serie que profundice en todos los aspectos de la historia trans en el arte, no solamente la representación. Sin embargo, este aspecto fue suficiente para abrirme los ojos y paliar un poco mi ignorancia. Sus falencias no invalidan sus aciertos, y como una pincelada general al tema es bastante satisfactorio, especialmente para quienes nos encontramos en un espectro reprochable del conocimiento.
Las entrevistas incluyen a varios artistas y especialistas de la comunidad, y es la primera vez que veo a Lilly Wachowski referirse al tema, lo cual me causó gran interés justamente por la cantidad de nuevas lecturas que surgieron con respecto a The Matrix desde que ella reveló su verdadera identidad. También hay una discusión muy pertinente con respecto a las obras de ficción de las primeras décadas del cine, especialmente en lo que se refiere a la presencia afroamericana, que sabemos que es mayormente lamentable. La conclusión es que no se puede ni se debe ocultar la historia, pero debe ser considerada como tal. No podemos seguir viendo películas como Gone With The End como simples piezas de entretenimiento sino como obras de relevancia histórica para aprender.
Hay demasiado que uno no sabe acerca de la historia del cine que no se enseñan en los libros más vendidos ni se encuentran fácilmente en ensayos en YouTube, y es algo que deberíamos conocer si realmente amamos el cine como lo profesamos. El lado positivo es que las cosas están cambiando, y creo que Disclosure aporta lo suficiente como para ayudar a abrir los ojos con detalles de la representación trans en el cine y la televisión que son bastante iluminadores (por no decir vergonzosos) y el homenaje a los artistas trans que hicieron mucho más de lo que los libros de cine suelen incluir. Por supuesto, espero que no sea lo último que veamos del tema.
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